Por fin, el 20 de octubre de 2011, llegó el fin de los asesinos de ETA. En su comunicado, en el que no se pidió perdón a las víctimas y “amenaza” a Francia y a España a la negociación, indicaba el fin definitivo de sus actividades.
Es sin duda, un motivo de alegría y un triunfo de la tolerancia, del respeto y de las normas de un Estado democrático y de derecho. El fin de ETA, es un triunfo de toda la sociedad española que, desde el papel que cada uno tiene asumido, ha sabido hacer frente a tal lacra. Desde los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que siempre han estado allí a la Justicia pasando por el conjunto de la población española, que hemos sido testigo de un terror injusto e innecesario.