Ayer, día 15 de noviembre, llegaron a España los últimos 60 militares destinados en Bosnia.
Sin duda alguna, nos debemos sentir orgullosos del trabajo que hicieron allí nuestros militares, principalmente su gran labor social reconstruyendo un país totalmente devastado por una cruel guerra civil.
Durante el verano del 2009, tuve la oportunidad de visitar la localidad bosnia de Mostar (famosa por su puente destruido por las tropas croatas) donde el contingente español desarrolló gran parte de su labor. Allí, pude observar muchas de sus aportaciones y también fui testigo del monolito que existe en la ciudad dedicada a los militares fallecidos allá, un total 23, precisamente en la Plaza de España, justo enfrente de la sede del antiguo Banco Nacional de Yugoslavia y que se ha conservado como un recuerdo del horror de la guerra.