Me llena de una especial alegría y satisfacción el aniversario que celebramos hoy, el trigésimo quinto aniversario de Don Juan Carlos I como Rey de España.
En todo este tiempo, la figura del Rey y la Monarquía como institución, ha sabido dar muestras más que evidentes de consenso, unidad y progreso para España.
Consenso, por ser un medio de referencia en la sociedad española y en los momentos difíciles, hacer llegar a los partidos políticos, la necesidad de llegar a acuerdos o al menos, de dar una imagen de comprensión y de eliminar asperezas agrias entre los partidos políticos.
Unidad, porque sin duda, ha sabido representar ese modelo de unidad que debe ser España, ante nacionalismos que en más de una ocasión, parece que lo único que han pretendido es desestabilizar y poner en peligro la unidad de España. En los tiempos actuales, se ha visto que los nacionalismos solo han conducido muchas veces a un deterioro y crispación entre las relaciones de las Comunidades Autónomas que conforman España. Esas diferencias culturales, sociales e históricas junto con las diversas lenguas cooficiales, no deben ser utilizadas como una herramienta de desunión, sino como un elemento de riqueza y diversidad, que nos debemos sentir orgullosos.
Progreso.- En estos 35 años, y pese a la crisis actual, se puede considerar que hemos llegado a un estado de bienestar satisfactorio, donde las primeras necesidades están cubiertas. De una manera magistral, don Juan Carlos I, supo llevar una transición entre una dictadura de 40 años y una democracia.
Y ya desde el punto personal, considero que el papel actual de la Monarquía tiene cabida perfecta en el siglo XXI. Cuando precisamente, se busca cada vez más la tecnificación y profesionalización en el desempeño de un puesto público (o al menos, eso es lo más idóneo), el preparar al futuro Jefe de Estado desde “la cuna”, es una manera de garantizar ese sentido de responsabilidad y de conocimiento del pueblo que le será de necesidad a lo largo de la vida.
Considero que un Jefe de Estado, que no es asociado a la ideología de ningún partido político, da más sensación de unidad y que siempre será un referente que basándose, precisamente en esa independencia política, será siempre más cercano al pueblo.
Don Juan Carlos, ha sido, sin duda alguna, nuestra viva imagen en la política exterior. Su capacidad de intermediación, nos ha hecho llegar muchas veces a cotas insospechadas en la esfera exterior.
Desde un tiempo para acá, asistimos últimamente en ciertas televisiones privadas a un ataque a la figura de la Monarquía que hace desinformar al pueblo. Considero que una cosa es la libertad de expresión y otra es “informar” con mofa, sin fundamento y querer engañar al pueblo. Nos quieren hacer pensar que la Monarquía es una institución innecesaria y que los miembros de la Familia Real, están todo el día de fiesta. Basta con informarse un poco, basta con mirar la web de la Casa Real, http://www.casareal.es/, o las hemerótecas de los periódicos, para ver la gran cantidad de actos que deben asistir cada miembro de ellos y saber apreciar un trabajo realizado constantemente y que como digo, algunas medios de comunicación, nos lo quieren hacer ocultar. En fin, una vida al servicio y sacrificio por España.
¡Larga vida, Majestad!
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