Hoy lunes, nos hemos enterado que el pasado sábado día 17 de diciembre, había fallecido el dictador norcoreano Kim Jong-il, a la edad de 69 años. Lo de enterarnos dos días, hasta es poco, por el hermetismo informativo de dicho país.
Poco se puede decir de la excentricidad y megalomanía de este dirigente, que tuvo el dudoso honor de representar la primera monarquía comunista que había ocurrido en la historia, al ser nombrado heredero tras la muerte de su padre, Kim Il-Sung, en 1994 y que será su hijo, Kim Jong-un. La otra monarquía comunista la encontramos en Cuba, donde Raúl Castro ha sustituido a su hermano, Fidel.