sábado, 28 de abril de 2012

Reflexiones sobre la crisis en Islandia.

Hace unos días, un amigo mio me envió por correo que opinaba de la crisis que se había desatado en Islandia tras el desplome del sistema financiero que había ocurrido en aquel país. Lógicamente le contesté y aquí están mis reflexiones. Me hizo varias preguntas cuyo tema principal es el que pongo en negrita al principio de cada párrafo.

Con respecto a la nacionalización de la banca, el modelo que tenemos en Islandia es totalmente diferente al que tenemos en España. En Islandia, bancos privados propios del país, son dos o tres y con un volumen relativamente pequeño en comparación con las grandes bancas internacionales. Por tanto, la nacionalización, no es tan “traumática” como podría ser en España donde los bancos internacionales, tienen un peso pequeño, donde como mucho, se conoce al Barclays o el Deutsche Bank y nos preguntamos si tenemos a algún conocido donde tenga allí sus cuentas. Por eso digo, que más que una nacionalización de la banca, se puede considerar más bien, una ayuda a unas empresas de interés nacional. 




Con respecto a no pagar la deuda exterior, aquí nos metemos en un asunto muy peligroso y que a la larga puede tener malas consecuencias aunque hay que reconocer que la economía islandesa es relativamente pequeña, con 200.000 habitantes y con una gran fuente de recursos, principalmente pesqueros y un grado de civilización que ya quisiéramos muchos. Pero lo que te comentaba, si un país se niega a pagar la deuda con otros países, está cerrando el grifo de la inversión extranjera y por tanto, una fuente de puestos de trabajo que vendrían de dicha inversión. Para economías como la de España, o incluso como se nota la de Grecia, esto es un gran problema, tanto en lo económico como en la falta de credibilidad de dicho país. Ahora, el principal objetivo de España es pagar los intereses de esa deuda pública, herencia del anterior gobierno, y al igual que ocurre con la deuda externa latinoamericana, es lo que ahoga y no deja crecer económicamente a un pais. 

Con respecto al adelanto de las elecciones, eso en cualquier país con unos dirigentes mínimamente coherentes, es una opción que siempre debe existir. Aquí, al final, pudimos ahorrarnos seis meses de Zapatero aunque debería haberlo hecho mucho antes. En el sistema de representación de las Cortes Españoles, todo el mundo tiene derecho a presentar un partido y una candidatura. Ya, luego, no es culpa de nadie, que tengamos un sistema de representación de rotación bipartidista aunque viendo algunas “demostraciones” que hemos visto a lo largo de la historia, mejor quedarnos con esto y evitar gobiernos populistas. 

Lo de llevar los banqueros a juicio, pues bueno, es una opción válida aunque aquí por desgracia, estamos aún a muchos años luz de los países centro o norte europeos, donde al mínimo error, incluso en lo personal aunque no atañe a las labores públicas, presentas la dimisión. Ejemplos tenemos como dimitió el Presidente de Alemania por tener acceso a un préstamo personal con mejores condiciones o como el Presidente de Hungría dimitió por plagiarse en su tesis doctoral. Aquí tenemos el caso de Pepiño Blanco, que se va a una gasolinera a cobrar comisiones por obras y que jamás dimitiría por plagiarse en una tesis doctoral porque para empezar, se quedó en el bachiller. 

Lo del desplome de la moneda, muchas veces, ha ocurrido en la historia, aquí agravada por esa negación a pagar deuda y por tanto, que la demanda de dicha moneda sea nula en los mercados internacionales al no tener fiabilidad. Muchos países, han optado por lo que se llama una moneda de anclaje (es decir, el euro o el dólar), de hecho, me llamó la atención a que cuando estuve en Macedonia (una república de la exYugoslavia) estuviera el euro. 

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